Filtro para piscinas de diatomeas

Funcionamiento del filtro de diatomeas

Se compone de una cuba en la que se encuentra un módulo filtrante. Este módulo consta de varios marcos de tela sintética fijados a una armadura de resina. En este lienzo se depositará el polvo de diatomeas o diatomeas. Esta última es un polvo blanco hecho de fósiles de algas. Las diatomeas se aglomeran en la membrana y forman una capa filtrante. Una vez filtrada, el agua se devuelve a la piscina.

La finura de filtración es sin duda la ventaja de los filtros de diatomeas. Reducen el uso de productos químicos y producen agua cristalina. Además, la frecuencia de limpieza del filtro es menor que la de un filtro de arena, por lo que se utiliza menos agua. Sin embargo, el coste de estos filtros es elevado y las diatomeas deben renovarse periódicamente. Además, si su agua es demasiado caliza, el riesgo de obstrucción del filtro es importante.

Para rellenar el filtro, hay que verter el polvo en el Skimmer o el prefiltro de la bomba si tiene uno. El agua lleva la diatomita al filtro a través de la red hidráulica de la piscina. Se desaconseja el vertido de diatomita en las alcantarillas, por lo que es necesario colocar un recipiente anti-rechazo antes de la evacuación

Limpieza del filtro de diatomeas

El filtro de diatomeas, por el contrario, se limpia como el filtro de arena. Cuando el manómetro indique una presión superior a la normal, es necesario lavar el filtro. Cada vez que se lava una parte de la diatomía es evacuada, así que hay que recargarla.
Para evitar el riesgo de obstrucción, es aconsejable desmontar y limpiar el filtro cada 1 a 3 años en función de la dureza de su agua y mojar el módulo filtrante en un desincrustante.